Luego de Indo, puse la mira en correr el norte del Perú. Viajé a cuatro crecidas: una a El Hueco y Lobitos, otra a Panic Point y Cabo Blanco, dos veces. El último viaje a Cabo fue para cerrar la etapa de Frontera Azul. Las olas estuvieron muy buenas, cada rompiente tiene sus específicas condiciones, crecidas, arenadas. Cada una puede ser tan buena como la otra, solo hay que saber cuándo y cómo sacarles el mejor provecho. Fue bravazo viajar, trabajar y correr olas con buenos amigos. El norte es nuestro paraíso de los tubos, una suerte tenerlo.
Fotos: Kirfa Lens
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